El certificado de eficiencia energética, frecuentemente acortado con las siglas CEE, es un documento necesario para la venta y el alquiler de viviendas. Acredita su capacidad de proporcionar confort a sus inquilinos en relación al impacto que generan, lo que influirá en el medio ambiente y en los gastos que demande.
A continuación, profundizamos en qué es, cuándo es obligatorio, cómo se tramita o cuál es su precio.
Qué es el certificado energético
El certificado energético es un documento de varias páginas, que pueden ir de las 30 a las 40, donde se detallan de forma rigurosa las características de una vivienda o local para conocer su calificación energética. En las primeras páginas se incluyen los datos del inmueble y del técnico certificador, y en las siguientes se abordan aspectos como la orientación, la iluminación o los sistemas que se utilizan en el inmueble para producir energía.
El certificado energético es obligatorio desde junio de 2013, y está regulado por el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios. Se promulgó a instancias de una directiva europea que hacía lo propio con otros estados miembro.
Letras y significado de la etiqueta
La etiqueta energética resume de manera gráfica cómo es el consumo de energía de la vivienda. Utiliza letras, números y un código de color en una disposición con la que estamos más o menos familiarizados, pues es similar a la que se usa en los electrodomésticos.
En cuanto a qué significan las letras, que van de la A a la G, destacamos que son el resultado de la aplicación de fórmulas para el cálculo, y que se corresponde con un intervalo de valores. La A y la B van asociada al color verde y acreditan que la vivienda es muy eficiente, con mayor costo de inversión. La G identifica a la menos eficiente, la que ha sido construida sin seguir exigencias.
Tipos de certificado energético
El certificado energético como indicador de consumos y emisiones abarca diferentes tipos, según aquello que califiquen: un edificio completo, una vivienda, un local comercial o nueva obra.
¿Cuándo es obligatorio?
A la hora de vender una vivienda o poner un piso en alquiler, el certificado energético es obligatorio. Son los supuestos más habituales en los que debe solicitarse, según la normativa vigente.
Así, la etiqueta energética se debe incluir en los folletos publicitarios y anuncios de los portales inmobiliarios. En prensa, donde existe una mayor limitación de espacio, se debe incluir la letra.
Cabe mencionar que alquilar o vender sin tener el certificado energético puede acarrear multas que van desde los 300 a los 6000 euros según se trate de infracciones leves, graves o muy graves. Se recogen en la disposición adicional decimotercera del Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana.
Viviendas exentas
Del certificado energético estarán exentos los siguientes casos: la vivienda con una superficie menor de 50 metros cuadrados y/o se encuentra en una zona aislada, el edificio industrial que albergará talleres, si se va a proceder a una demolición o reforma de calado o si se trata de un inmueble que solo se alquila por un máximo de cuatro meses al año.
Cómo se consigue el certificado de eficiencia energética
El certificado de eficiencia energética es una manera indirecta de instar a la inversión para reducir los consumos y emisiones de una vivienda. Es necesario preguntarse por su tramitación.
¿Quién lo hace?
El registro del certificado energético del hogar siempre lo realiza un técnico certificador. Se puede solicitar mediante una plataforma online como Certicalia, que reúne a profesionales titulados para realizar la gestión de trámites técnicos. Además, si te pones en manos de una inmobiliaria para el alquiler o la venta de la vivienda, te orientarán durante el proceso.
En Cataluña, el trámite de inscripción en el registro se hace a través del ICAEN, que revisa y elabora las etiquetas. Estas están disponibles en el buscador de certificados para su consulta.
¿Qué se tiene en cuenta?
Para elaborar el certificado energético, ¿qué miran? Uno de los aspectos básicos es la localización, provincia y localidad, porque eso determinará la zona climática. Influirá el año de construcción, la superficie y la altura. Se considerarán también las características de la construcción, como materiales empleados, cerramientos y huecos, pues determinan la demanda de calefacción y refrigeración.
En el interior del inmueble hay que identificar las estancias, separando entre las que son habitables y las que no. Asimismo, se comprobarán las instalaciones de agua caliente, calefacción y refrigeración.
¿Cuánto tarda?
Una vez que el técnico tome medidas y datos, tendrá que hacer los cálculos para elaborar el certificado energético. Desde la solicitud, la visita se puede realizar en el plazo de una semana, y para la realización del documento se tomará un par de días o tres, generalmente. Así pues, en principio, en un plazo de 15 días se debe tener una copia del certificado energético, pues al ser obligatorio requiere cierta urgencia.
En todo caso, al contactar con el técnico es necesario acordar los plazos de manera previa a la visita.
¿Cuándo caduca?
El periodo de validez del documento es de 10 años, y es responsabilidad del propietario renovarlo. En todo caso, si acomete reformas de calado en la vivienda o renueva las instalaciones que se tienen en cuenta para el cálculo, puede solicitar su actualización.
Ejemplo de etiqueta energética
El documento recogerá, decíamos, los datos administrativos, los generales, los de la envolvente térmica, las sombras del edificio y la calificación energética final, en forma de etiqueta.
En este apartado final, un ejemplo de certificado energético de piso es el siguiente:
Escala de calificación energética: A
Consumo de energía kW/ h / m² año: 197
Emisiones kg de C02 / m² año: 41.
Todo ello se mostraría de manera gráfica en la etiqueta.
Con todo, el certificado energético es un documento obligatorio que proporciona información relevante al inquilino o comprador. La calificación puede influir en su decisión.